lunes, 7 de julio de 2014

[Fanfic] Sólo Contigo. Introducción.

¡Holaaa!
Para sellar mi nueva reincorporación he comenzado la loca idea de un fanfic Hetero. He decido poner como un prólogo para que podáis votar la encuesta con mejor opinión ---->
En esta historia habrá dos JUMP favoritos, las que tengáis dos más fácil xD Habrá enrredos amorosos, drama, risas (lo intentaré porque es difícil) y todo lo que mi alocada mente escriba. 
Sé que no es la mejor escritura que hay, pero mejoraré ^^







(2) Nombre de tu JUMP favorito

 

Sólo Contigo

Introducción







Me siento en el banco de siempre, mirando el delicado reloj de pulsera en mi muñeca izquierda. Las siete menos cuarto de la noche. Levanto la mirada observando a la gente pasar, sin hacer mucho ruido al hablar. Escucho las pisadas de los tacones de las mujeres, el murmullo de la gente, a lo lejos una risa.

Cierro los ojos y disfruto de la brisa fría que recorre mi cara, consiguiendo enfriarla por unos segundos. Relajándome los músculos. Y lo agradezco internamente, pues tenía el corazón desbocado y la sangre me recorre frenética el cuerpo, acumulándose en mis mejillas. Por eso mismo agradezco que el leve viento temple mis pómulos.

De repente, sin avisar y asustándome. Unas manos cálidas se posan sobre mis ojos aún cerrados. Pego un saltito sorprendida sobre mi asiento. Abro la boca levemente, asustada al completo. ¿Quién podía ser?

- ¿Quién soy? 

Pone una voz que cree que no seré capaz de distinguir. Sonrío. Sé perfectamente quién es. Reconocería esa voz de todas las formas posibles: por megáfono, por teléfono, distorsionada… 

- (2) – respondo convencida.

Siento bufar detrás de mí y las manos se retiran poco a poco de mi cara. Sonrió porque seguramente estará haciendo un leve puchero por descubrirle a la primera. Pero es algo inevitable en mí, todo mi ser lo reconocería. Incluso si hubiese cincuenta personas entre nosotros podría divisarle perfectamente, ese era mi poder secreto.

- ¿Cómo lo has sabido?

Su tono indignado se nota perfectamente. Yo me giro sonriente enseñando mis dientes, cerrando levemente mis ojos. Él mira hacia otro lado con los brazos cruzados, lo sabía, ese puchero era inconfundible.

- No sabes cambiar tu voz. – respondo sin más. Sonriente admirando su semblante.

- ¿Llevas mucho esperando? 

Yo niego con la cabeza y le vuelvo sonreír. La verdad es que llevaba una hora vagando por las calles, porque estaba nerviosa. Desde que descubrí que lo que me hacía sentir era más allá de lo que una amistad producía, me sentía nerviosa cada vez que quedaba con él. Sabía que no era posible una relación, que él no me vería como nada más que su mejor amiga, pero no podía evitar esas “mariposas” en el estómago.

Él me sonríe y me quedo prendada mirándole, nuevamente consigue revolotear las mariposas con solo un gesto. Le miro de cabeza a pies, siempre me gusta observarle. Sonrío al ver que es fiel a su estilo. Una camiseta blanca con un cuello en V. Pantalones tejanos algo apretados. Una sudadera y sus inseparables vans. Simplemente era él.

Me levanto sujetando el vestido blanco, para que no vuele y se vea más de lo debido. Él me mira y me pongo nuevamente nerviosa. ¿Qué pensará de mi atuendo? Traté de cambiarlo un poco, de verme un poco más guapa. Espero que haya resultado. Que él se haya dado cuenta del cambio. 

El vestido blanco con algo de encaje y con algo de vuelo en la parte de abajo. De manga corta y con un escote redondo, que solamente se ven mis clavículas. De largo llegan cinco dedos más arriba de mis rodillas, no me gusta enseñar mucho. Llevo unas sandalias marrones con algo de tacón. Un pequeño bolso marrón también que llevo cruzado. Y la chaqueta tejana colgada de un brazo. El pelo suelto y nada de maquillaje.

Desvío la mirada incómoda, su examen está durando mucho, más de lo que mi débil corazón puede soportar. Le siento sonreír y elevo mi mirada.

- Te queda bien.

Simplemente esas palabras, solo eso para que mi corazón empiece a correr alocado. Siento mis mejillas arder levemente y giro un poco mi cara para que él no lo note, pero seguramente, él lo sabe. Al igual que yo conozco cada gesto de él, lo mismo pasa al revés.

- ¿Nos vamos? 

Me saca de mis pensamientos y yo simplemente asiento, nuevamente observando esa hermosa sonrisa que me trae locamente enamorada. ¿Algún día podré decírselo?

Fin de la Intro.




¿Qué os ha parecido? ¿Merezco comentario? Si no comentáis... no sé si gusta la historia y por lo tanto no la continuaré. ^^ 

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